Se tiende a pensar que el estrés es un problema por sí solo, pero en más de una ocasión puede llevarnos a un estilo de vida poco saludable y a más estrés. A continuación se mencionarán los hábitos alimenticios más famosos de las personas que padecen estrés:
Cuando el tiempo no es suficiente comenzamos a tomarlo de otras actividades, por ejemplo, saltarse el desayuno por la mañana y cambiarlo por un café en el trabajo.
Compensar las comidas por opciones altas en grasa, sal y azúcar.
Por otro lado, si te has sorprendido comiendo compulsivamente sin tener hambre, es muy probable que sea por ansiedad.
Dejar de beber agua es otro mal hábito que no se compensa con varias tazas de café o botellas de refresco.
Comenzar falsas dietas y luego romperlas. Dejar de comer no equivale a comenzar una dieta, recuerda que una dieta debe mantener un balance entre la ingesta de vegetales, proteínas y carbohidratos. Además, una mala alimentación te haría susceptible a enfermarte con mayor frecuencia.
