Si la producción de un agricultor depende de la extensión de tierra que posee; entonces es muy posible que una hectárea alcanzaría apenas para cubrir las necesidades de su familia. Con seguridad más de una persona en esta situación habría suspirado, imaginando lo maravilloso que sería colocar más cultivos sobre los que ya tenía.
Por esta razón, el pequeño país de Singapur impulsó un proyecto de granja vertical. Esta granja está formada por varias torres de aluminio de nueve metros de altura, con treinta y ocho niveles por cada una. Las hortalizas son colocadas en cada uno de los niveles, y gracias al sistema desarrollado por la empresa Sky Green, es posible rotarlos para garantizar que cada cultivo reciba la luz del sol que necesita.
La energía eléctrica requerida para operar cada una de las torres, es más o menos la misma que necesita una bombilla convencional; mientras que su sistema de riego permite aprovechar mejor el agua.
A pesar del potencial de las granjas verticales para aumentar la productividad de los agricultores, aún es necesaria una inversión considerable. Quizá en el futuro, este apoyo llegue gracias a los programas de apoyo al campo por parte del gobierno o de algún inversionista privado.
