¿Sabes qué es lo que sucede cuando mezclas el Esquí alpino con un paracaídas? La respuesta es Speed flying, uno de los deportes sobre nieve más extremos del planeta. Donde el más mínimo error puede ser fatal, ya que las velocidades que pueden alcanzarse son de hasta cien kilómetros por hora.
El paracaídas ayuda al deportista a planear literalmente sobre la pendiente de nieve, mientras que los esquís le ayudan a deslizarse con mayor velocidad, cuando los pies están en contacto con el suelo nevado.
El paracaídas utilizado para el Speed flying tiene un tamaño menor que los paracaídas promedio; esto lo hace más ligero y maniobrable durante el descenso. Sin embargo, esto no ha evitado que un buen número de aficionados a este deporte hayan sufrido algún tipo de lesión practicándolo. Mont Blanc, la montaña más alta de los Alpes suizos, es uno de los sitios más utilizados para el Speed flying.
