Las cáscaras de plátano tienen una gran variedad de usos, pueden usarse tanto para aliviar las picaduras de mosquito como para pulir cubiertos de plata. Sin embargo los científicos han agregado dos utilidades más a la cáscara de esta fruta.
Una de ellas es la extracción de nano fibras de celulosa con las que puede fabricarse un material más resistente y ligero que el kevlar; la otra es como método para purificar el agua contaminada con metales pesados y potencialmente tóxicos.
Este reporte aparece en el Diario de Investigación Química de la Sociedad Estadounidense de Química. Allí, el científico Gustavo R. Castro nos explica que debido a la actividad minera y a los desechos de las granjas industrializadas, metales pesados como el plomo o el cobre pueden llegar a filtrarse en el subsuelo, contaminando así las vías fluviales.
Los metales pesados que se consumen a través del agua, pueden tener efectos adversos en la salud y el medio ambiente; por desgracias los métodos actuales para purificar esos metales son muy caros y algunas sustancias utilizadas en el proceso son tóxicas por sí mismas.
Los investigadores descubrieron que la cáscara del plátano picado puede eliminar rápidamente el plomo y el cobre de las aguas de un río. Un aparato de purificación que utilice cáscaras de plátano, podría utilizarse hasta once veces sin que estas pierdan sus propiedades de purificación de proteínas. Lo cual haría muy atractivo el uso de esta alternativa debido a su bajo costo en comparación de otros compuestos que deben ser modificados químicamente.
