El día que Lucasfilm anunció que se filmaría la película Star Wars: Episodio 7 para ser estrenada en el verano de 2015, la primera reflexión en la mente de muchas personas fue: “¿Cómo debería sentirme al respecto?” Sin embargo, no es la primera vez, ya que muchos seguidores de la famosa saga se hicieron la misma pregunta, cuando el mismo George Lucas anunció hace más de diez años la primera de tres precuelas: Star Wars: Episodio I – La amenaza fantasma, que fue estrenada en 1999.
Así que, mientras uno trata de averiguar las ventajas y desventajas emocionales de esta nueva e inesperada entrega de Star Wars, sería bueno establecer muchas otras preguntas. Después de todo, por primera vez desde la creación de la franquicia, George Lucas ha pasado la estafeta a la compañía Disney.
En primer lugar, Lucasfilm anunció el nombramiento de su nueva presidente Kathleen Kennedy, el pasado octubre de 2012. Esta mujer de cincuenta y nueve años ha producido un gran número de películas taquilleras como: E.T. El extraterrestre, la segunda y la cuarta parte de la saga de Indiana Jones, Inteligencia Artificial, El último maestro aire, Las Aventuras de Tintin, entre otras.
Esta mujer será la encargada de mostrarnos si es capaz de convertir el Episodio 7, en la primera parte de una nueva y original trilogía, o si todo terminará como una franquicia abierta al estilo James Bond, en la que sólo se conserven unos cuantos aspectos entre una película y otra.
Y es que resulta complicado imaginar una nueva historia, en la que se pierda el arco principal que han mantenido las primeras seis películas (en otras palabras, el origen y conclusión de la historia de Anakin Skywalker), sin tener la sensación de que será una invención forzada.
