Quizá aún esté lejos el día en que nos avergoncemos de limpiar nuestra nariz o caminar desnudos frente a nuestros aparatos electrónicos. Sin embargo, gracias a una investigación llevada a cabo en la Universidad de Cornell en Nueva York, esto podría cambiar.
Un equipo de investigación ha estado trabajando en un sistema del famoso Kinect de Microsoft, que puede identificar correctamente las actividades de las personas, basándose en la observación de sus movimientos. Si esta tecnología se integrara en un robot, sería posible que éste se ofreciera a ayudarnos para cargar un objeto pesado o llame a los servicios médicos si sufrimos algún accidente dentro de casa.
El proyecto de investigación, utilizó la cámara del Kinect para observar a cuatro personas realizando doce actividades distintas en sitios diferentes; como la oficina, una recámara, el baño, la cocina, etc. Dichas actividades incluían desde un cepillado de dientes hasta escribir en el ordenador. Esos datos se procesaron a través de un algoritmo que reconocía la tarea realizada con una precisión del ochenta y cuatro por ciento.
Si pudiera aplicarse en un robot que haga las veces de un asistente personal, éste podría comprobar que estemos bebiendo suficiente agua, recordarnos la hora de nuestro medicamento, o verificar si necesitamos ayuda con una receta de cocina que hemos olvidado. Incluso podría intervenir y ayudarnos en caso de que tengamos alguna dificultad, según las capacidades del robot claro está.
Otra de sus posibles aplicaciones sería la de monitorear pacientes o la de comprobar que las personas en un empleo se encuentren, en efecto, trabajando. Los investigadores planean mejorar este sistema eventualmente, logrando que reconozca ciertos objetos específicos, según el contexto de nuestras actividades.
