Oxitec utiliza mosquitos suicidas para combatir el dengue

Mosquito suicidaSi pudiéramos volver a crear el mundo, seguramente habría muchas cosas para discutir. Y es que en agosto del año pasado, un grupo de mosquitos genéticamente modificado fueron liberados en una remota provincia al este de Malasia.

Este experimento tenía la finalidad de reducir o erradicar por completo la población de mosquitos silvestres que transmiten la fiebre del dengue a los seres humanos. En total se liberaron seis mil mosquitos modificados por una compañía británica de biotecnología llamada Oxitec. Esta empresa ha sido la primera en desarrollar una técnica con la que puede introducirse un ‘gen suicida’ en una población de insectos silvestres, este gen supuestamente tendría como resultado que las pupas de los mosquitos murieran rápidamente.

El dengue es una enfermedad viral muy similar a un terrible resfriado multiplicado por diez. Anualmente afecta a cien millones de personas de las cuales veinte mil mueren. A pesar de que los cuatro serotipos causantes de la enfermedad ya han sido secuenciados, no hay cura ni vacuna para tratarlo.

Para comprender un poco mejor la tecnología detrás de todo esto y el método que la compañía Oxitec ha utilizado, basta con mencionar la historia de ‘Parque Jurásico‘, donde algunos recordarán que los científicos habían modificado genéticamente a los dinosaurios de manera que fueran incapaces de producir por sí mismos la lisina (aunque en realidad ningún animal vertebrado contemporáneo es capaz de sintetizar este aminoácido esencial), obteniéndola exclusivamente a través del alimento que se les proporcionaba.

Ahora bien, lo que Oxitec ha hecho es crear mosquitos que tienen dos copias de un gen suicida dominante, éste provoca que mueran en una etapa específica de su vida, a menos que consigan el antibiótico tetraciclina para desactivar sus genes suicidas. Así fue como una generación entera de mosquitos mutantes recibió una dosis de tetraciclina para superar la fase de suicidio, sólo para ser liberados con la intención de que al aparearse con los mosquitos silvestres, ese gen se transmita a la siguiente generación de mosquitos que no tienen acceso a la tetraciclina.

En caso de que este experimento resulte exitoso, se podría emplear el mismo procedimiento para los mosquitos que transmiten la malaria. Sin embargo, esta tecnología que permite rediseñar a los animales, ha provocado muchas objeciones, y es que un escenario en el que la humanidad se dedica a introducir nuevos genes en el mundo natural, no es algo que deba tomarse a la ligera.

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