¿De dónde viene el estrés?

Estres donde se genera
Un manejo eficaz del estrés comienza con la identificación de las fuentes que lo provocan y con el desarrollo de técnicas para su control. Una forma de hacer esto es realizando una lista de las diez situaciones, problemas o desafíos que desencadenan nuestra respuesta al estrés. Con seguridad, algunos factores estarán relacionados con cosas que nos suceden y otros serán cosas que parecen originarse en nosotros mismos.

Los factores de estrés externo son eventos y situaciones que nos ocurren, ya sean positivos o negativos, como pensar en contraer matrimonio, un embarazo planeado o la muerte de un ser querido. Nuestro entorno se encuentra lleno de fuentes de estrés; desde los ruidos constantes hasta la intensidad de la luz en una habitación. Los acontecimientos imprevisibles son otros ejemplos de factores de estrés externo, y los problemas familiares pueden contribuir de igual forma al estrés. Las fuentes de estrés más comunes se encuentran en el trabajo; ya sea que tengamos un jefe exigente o una carga excesiva de trabajo, sin olvidar el famoso fenómeno del mobbing laboral.

Las estrategias para manejar los factores estresantes externos, son básicamente adoptar un estilo de vida, que siga una dieta saludable, respete las horas de sueño e incluya actividad física. Otras medidas esenciales son pedir ayuda a los demás, tener un buen sentido del humor, aprender a ser más asertivo, administrar mejor el tiempo y practicar la resolución de problemas.

No todo el estrés proviene de las cosas que nos suceden, gran parte de nuestra respuesta al estrés es autoinducida. Esos sentimientos y pensamientos que surgen en la cabeza y provocan disturbios que se conocen como factores estresantes internos. Los temores, la incertidumbre, las creencias o expectativas.

Al menos existe una buena noticia, a diferencia de los factores externos, es posible desarrollar la capacidad de controlar nuestros pensamientos. La mala noticia radica en el tiempo que la mayoría de las expectativas, los miedos y actitudes nos han acompañado a lo largo de la vida, resultando en un poco de esfuerzo extra para cambiarlos.

Ya que el estrés es un hecho de la vida que no podemos evitar, la intención principal es desafiar a los pensamientos negativos, comenzando por identificar y entender su origen. Todo es cuestión de dar el primer paso.

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