Aprender un poco más sobre el cómo y por qué de las biopsias, puede ayudar a reducir la ansiedad de los pacientes que deben someterse a ellas.
En primer lugar, una biopsia es un procedimiento utilizado para extraer una porción de tejido o una muestra de células del cuerpo, de manera que pueda ser analizado en un laboratorio. Cuando una persona está experimentando algunos síntomas o si el médico le ha indicado un área de preocupación en el cuerpo, podría requerirse una biopsia para determinar si tiene cáncer o alguna otra enfermedad.
Mientras que las pruebas de imagen, como las radiografías, son útiles en la detección de masas o anormalidades, por sí mismas no pueden ayudar al médico a diferenciar las células cancerosas de las no cancerosas. Para la mayoría de los cánceres, la única manera de hacer un diagnóstico definitivo es utilizar una biopsia para recolectar las células que servirán en un examen más minucioso.
Una biopsia también ayuda a los médicos a determinar qué tan agresivo es el cáncer. El grado de un cáncer se expresa a veces en una escala de uno a cuatro, siendo el número más bajo un cáncer de menor grado, y el mayor un cáncer altamente agresivo. Esta información puede ayudar a guiar las opciones de tratamiento.
Durante algunas cirugías, un patólogo examina la muestra de células de inmediato y los resultados son accesibles en cuestión de minutos. Sin embargo, para la mayoría de los casos, los resultados están disponibles en uno o dos días.
