Este no es un típico caso de ‘síndrome del miembro fantasma’

Miembro fantasma
Una mujer que nació sin un pulgar ni el dedo índice de la mano derecha, logró hacer que estos crecieran; al menos como parte de un miembro fantasma.

Después de un accidente automovilístico, la mujer de dieciocho años tuvo que sufrir la amputación de su mano derecha. Posteriormente ella comenzó a sentir que su miembro perdido aún estaba presente, desarrollando una ‘mano fantasma’.

Lo interesante, según un investigador de la Universidad de California, llamado Paul McGeoch, es que su mano fantasma no contaba con tres dedos, sino cinco. Sin embargo, la mujer percibía su pulgar y su dedo índice con una longitud menor a lo habitual.

Para resolver esto, se sometió a una terapia que utiliza una caja con un espejo, con el objetivo de crear en el paciente, la ilusión visual de que posee dos manos. Gracias a este entrenamiento supervisado por McGeoch, la mujer logró extender sus dedos fantasma hasta su longitud normal.

Este hecho extraordinario demuestra que nuestro cerebro contiene un mapa completamente funcional de nuestra imagen corporal, independientemente de la forma en que nuestras extremidades luzcan por fuera. Y nos muestra información sobre el equilibrio entre las representaciones externas e innatas de una extremidad.

Esto podría contribuir a la ya famosa teoría de que la experiencia consciente de nuestro cuerpo es, al menos en parte, dependiente de la organización intrínseca del cerebro, y no es sólo el resultado de la experiencia.

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