A medida que los niños crecen, las señales del autismo son cada vez más diversas. Existen muchas señales de advertencia, y los síntomas por lo general giran en torno al deterioro de las habilidades del habla; del lenguaje verbal y no verbal, así como las dificultades sociales, de comunicación y a un comportamiento inflexible.
La interacción social básica puede ser difícil para los niños con trastornos del espectro autista. Muchos niños con autismo parecen preferir vivir en su propio mundo distante y separado de los demás. Dicho de otro modo, se muestran desinteresados o no se percatan de la gente o lo que está sucediendo a su alrededor. No saben cómo relacionarse con los demás, jugar o hacer amigos, prefieren no ser tocados ni que los sostengan o abracen.
Algunos niños con trastornos del espectro autista no participan o fingen durante los juegos en grupo, no imitan a otros ni utilizan juguetes de manera creativa. Tienen problemas para entender o hablar sobre sus sentimientos. Parecen no escuchar cuando los demás hablan de él o ella y por último, no comparten intereses o logros con otras personas.
Es importante considerar que los signos del autismo pueden ser moderados o graves, incluso existen algunos tipos de autismo que son considerados como altamente funcionales. Un dato curioso sobre este trastorno, es que por alguna razón el autismo afecta con mayor frecuencia a los niños que a las niñas.
