Conoce algunas cifras interesantes sobre el Alzheimer

Alzheimer datos
Según un nuevo informe publicado por la Asociación del Alzheimer, uno de cada tres adultos mayores en los Estados Unidos, muere a causa de Alzheimer o algún otro tipo de demencia. A pesar de que las muertes por enfermedades del corazón y otras enfermedades graves están en declive, las muertes por Alzheimer han aumentado en sesenta y ocho por ciento desde el año 2000 al 2010.

El presidente y director ejecutivo de la asociación, Harry Johns, explicó que no hay sobrevivientes de Alzheimer (esto quiere decir que las personas que padecen esta enfermedad, mueren con ella o por causa de ella). También afirmó que es momento de tomar medidas urgentes y significativas, sobre todo a medida que más y más personas están en riesgo de desarrollar una enfermedad que en la actualidad no tiene cura y no hay manera de frenar o detener su progresión.

Pero ¿Cuál es la diferencia entre el Alzheimer y la demencia? Para empezar, la demencia no es una enfermedad en sí misma a diferencia del Alzheimer. La demencia es un síndrome no específico (un conjunto de síntomas) en el que ciertas áreas y funciones del cerebro pueden verse afectadas; como el lenguaje, la resolución de problemas, la memoria y la atención.

Cuando la demencia aparece inicialmente, se involucran las funciones mentales superiores del paciente, y en las últimas etapas de la demencia, el paciente puede no tener idea de qué día de la semana, mes o año sea, también es posible que no sepa dónde se encuentre, y le resulta difícil identificar a la gente que le rodea.

En cambio, la enfermedad del Alzheimer es la causa principal de muerte entre los padecimientos que no tienen prevención ni cura. Y la sexta causa principal de muerte entre los demás padecimientos en general. Cabe resaltar que no todos los profesionales de la salud piensan que el Alzheimer es inevitable. Algunos investigadores creen que la enfermedad podría prevenirse mediante cambios en el estilo de vida y la reducción de los principales factores de riesgo, como el tabaquismo, la inactividad física, y el tratamiento adecuado para las condiciones crónicas como la depresión, la diabetes, la hipertensión y la obesidad.

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