Un estilo de vida activo podría prevenir los padecimientos neurodegenerativos

Ejercicio Alzheimer cerebral
Según un nuevo informe presentado en la reunión anual de la Sociedad de Radiología de Norteamérica (RSNA por sus siglas en inglés), los estilos de vida activos pueden reducir el riesgo de Alzheimer y demencia, e incluso pueden preservar la materia gris en los adultos mayores.

La Organización Mundial de la Salud dice que más de treinta y cinco millones de personas en todo el mundo sufren de demencia. Y también afirma que este número aumentará al doble para el año 2030. Por esta razón, un grupo de investigadores de la Universidad de California, se propuso determinar si un estilo de vida activo puede afectar la estructura del cerebro.

En el estudio participaron ochocientos setenta y seis adultos con una edad promedio de setenta y ocho años. La salud de los participantes iba desde la cognición normal en unos, hasta la demencia provocada por Alzheimer. El estilo de vida considerado para el estudio incluía actividades y deportes recreativos, tales como la jardinería, andar en bicicleta y el baile.

Usando imágenes por resonancia magnética y un método llamado Morfometría Basada en Vóxel, los expertos fueron capaces de examinar la asociación entre el volumen de la materia gris y la producción de energía. Los investigadores se guiaron por factores tales como el tamaño de la cabeza, el sexo, el índice de masa corporal, la edad, el deterioro cognitivo, la educación, la ubicación del sitio de estudio y los volúmenes de materia gris en las partes del cerebro que controlan la función cognitiva.

Ellos encontraron que el gasto calórico estaba ligado con un mayor volumen de materia gris en los lóbulos frontal, temporal y parietal, así como el hipocampo, la corteza cingulada posterior y los ganglios basales. También encontraron una clara asociación entre un elevado rendimiento energético y un mayor volumen de materia gris en las partes del cerebro que controlan la función cognitiva. Es importante recordar que la materia gris incluye las neuronas que trabajan en la cognición y los procesos cognitivos de alto nivel.

Las áreas del cerebro que más se beneficiaron de un estilo de vida activo, fueron aquellas que no sólo consumen más energía, sino que también son muy sensibles a los daños. Lo que sorprendió al equipo de investigadores, fue descubrir que no es un estilo de vida el que beneficia al cuerpo y al cerebro, más bien es la combinación de varios estilos de vida y actividades las que lo hacen.

Los especialistas creen que el impacto que tuvo el estilo de vida activo, se debió principalmente a la salud vascular mejorada. Específicamente la actividad aeróbica, que es capaz de optimizar el flujo sanguíneo cerebral y de fortalecer las conexiones neuronales. A pesar de esto, hay mucho trabajo por hacer, aunque  los resultados iniciales muestran que el envejecimiento del cerebro sí puede ser aliviado gracias a la actividad física.

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