La Sociedad Americana de Investigación Ósea, en conjunto con un grupo de expertos internacionales, ha pedido a los especialistas de la salud que proporcionen de manera rutinaria, pruebas de osteoporosis a todos los pacientes mayores de cincuenta años, que han sufrido su primera fractura relacionada con este padecimiento. Esto con el objetivo de prevenir fracturas posteriores.
Los expertos se encargaron de llevar a cabo una revisión exhaustiva de las posibles soluciones para evitar las fracturas secundarias, y determinaron que la solución más eficaz sería un sistema de coordinación entre el médico y el paciente. Este tipo de servicios han mostrado una mejora considerable en la evaluación, seguimiento y el tratamiento de las personas que han tenido una fractura inicial. Sin embargo, el principal problema a superar es la falta de cobertura en el seguro o por parte de los servicios médicos.
Esta sociedad tiene como objetivo alcanzar una reducción del veinte por ciento de las fracturas de cadera en el año 2020, ya que se prevé una afluencia de fracturas relacionadas con el envejecimiento de la población. Cada año, cerca de trescientas mil personas mayores en los Estados Unidos sufren una fractura de cadera, y más del veinte por ciento mueren aproximadamente después de un año. Estas fracturas son el tipo más grave y caro de lesiones.
Un programa de servicio de enlace, cuyo objetivo sea monitorear y orientar a las personas que hayan sufrido cualquier tipo de fractura por osteoporosis, pueden ahorrar hasta tres mil millones de pesos al año si se aplica a nivel nacional (tan sólo en los Estados Unidos). Evitando un gran gasto en el presupuesto de salud, y una gran cantidad de sufrimiento humano.
Dicho de otro modo, si los programas médicos pusieran más atención en los mecanismos de prevención de las fracturas, sin enfocarse únicamente en el arreglo y tratamiento de las mismas, podría promoverse una educación vital en el paciente, que lo ayude a tomar las medidas necesarias para evitar fracturas en el futuro.
Sin duda esta propuesta no es un gran avance clínico, pero sí podría llegar a ser un avance considerable en la prestación de salud.
