Descubre algunos consejos de alimentación contra la osteoporosis

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Según un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Florida, las mujeres menopáusicas que comen regularmente ciruelas secas, tienen un riesgo considerablemente inferior de desarrollar osteoporosis o fracturas, en comparación con otras mujeres de la misma edad. El profesor Bahram H. Arjmandi describió el consumo regular de ciruelas secas, como una solución simple y proactiva para ayudar a prevenir las fracturas y la osteoporosis.

Ya sean higos, dátiles, fresas, etc. Todas las frutas o verduras tienen un efecto positivo sobre la nutrición, pero en términos de salud de los huesos, las ciruelas secas son excepcionales. El estudio se realizó en noventa mujeres posmenopáusicas que fueron divididas en dos grupos: por un lado el que consumió cien gramos de ciruelas secas (el equivalente a diez ciruelas al día), así como quinientos miligramos de calcio y cuatrocientas unidades de vitamina D al día. Por otro lado, el grupo de control consumió cien gramos de manzanas secas al día, junto con los otros suplementos. Todas ellas hicieron esto durante doce meses.

Al final, las mujeres que comieron ciruelas secas, tenían una mayor densidad mineral ósea en el cúbito (el cúbito es un hueso largo en el antebrazo) y la columna vertebral, en comparación con el grupo que había consumido manzanas secas. Arjmandi cree que esto se debía a que las ciruelas secas suprimieron la tasa de reabsorción ósea, o la pérdida del hueso. Algo que eventualmente excede a la tasa de crecimiento de los huesos en las personas mayores.

Aproximadamente ocho millones de mujeres, tan sólo en los Estados Unidos, sufren de osteoporosis debido a la interrupción brusca de la producción hormonal de los ovarios al iniciar la menopausia. Y se cree que dos millones de hombres en ese país, también sufren de osteoporosis. Cabe mencionar que a la edad de sesenta y cinco años, los hombres comienzan a perder hueso con la misma rapidez que las mujeres.

La recomendación para las personas mayores de cincuenta años, es comenzar a ingerir tres ciruelas secas al día, aumentando gradualmente la cantidad hasta diez. Después de todo, las ciruelas secas se pueden incluir en una gran variedad de recetas.

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