Científicos reafirman su postura contra los alimentos endulzados artificialmente

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Un nuevo informe publicado en el Diario Británico de Medicina ha puesto de relieve los peligros que los azúcares añadidos tienen en la salud de las personas. El doctor Aseem Malhotra, uno de los investigadores que participó en la investigación, afirmó que es necesario informar a la gente que el uso de endulzantes por parte de la industria de alimentos, es en realidad un factor de riesgo para las enfermedades relacionadas con la obesidad.

Tan sólo beber una lata de refresco o bebida gaseosa al día, puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 en un veintidós por ciento. Además, los investigadores estadounidenses encontraron que las personas que consumen una gran cantidad de azúcar añadido -presente en las bebidas endulzadas-, son más propensos a tener una serie de factores de riesgo y desarrollar enfermedades del corazón.

De acuerdo con el Comité Gubernamental del Reino Unido sobre los Aspectos Médicos de la Política Alimentaria y de Nutrición, los azúcares añadidos no deben constituir más del diez por ciento del consumo total de energía de una persona. Además la Asociación Americana del Corazón reveló que un alto nivel de consumo de azúcar está asociado con anomalías metabólicas y otras condiciones adversas para la salud. Esta asociación agregó que las mujeres no deben consumir más de cien calorías al día, obtenidas a partir de azúcares añadidos ni de ciento cincuenta calorías en el caso de los hombres.

Y no es para menos, tan sólo en Estados Unidos, las personas están consumiendo demasiadas calorías provenientes de azúcares añadidos, obteniendo un total del trece por ciento de su ingesta calórica de fuentes como el azúcar y el jarabe de maíz de alta fructosa.

La industria alimentaria se ha convertido en algo demasiado involucrado con el deporte, y está permitiendo que las grandes corporaciones de alimentos vendan con impunidad productos perjudiciales para la salud. El doctor Malhotra se refirió en particular a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, que estuvieron dominados principalmente por las bebidas azucaradas y los anuncios de comida basura.

En Estados Unidos, las etiquetas en los alimentos no contienen información acerca de si los azúcares están intrínsecamente presentes o han sido añadidos. Haciendo casi imposible a los consumidores el determinar la cantidad de azúcares en sus alimentos o bebidas.

Una posible forma de abordar el problema sería fijar impuestos a los productos con alto contenido de grasa, azúcar y sal. Aunque las medidas para reducir el consumo excesivo de estos alimentos no siempre resultan como se espera.

kostleige.com

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