Descubre algunas condiciones que pueden afectar a los testículos

Enfermedades testiculos
Aunque el cáncer testicular es poco frecuente, hay otras condiciones comunes que pueden afectar a los testículos o el escroto, entre ellas se encuentran las siguientes:

Durante su desarrollo, los testículos descienden desde el interior del abdomen hasta el escroto. Sin embargo, incluso en la vida adulta, los testículos se mueven con bastante facilidad de vuelta al abdomen, haciendo que sea un poco más complicado encontrarlos. Dicho de otro modo, puede resultar casi imposible realizar un autoexamen después de nadar en agua fría. Ya que las bajas temperaturas hacen que los testículos se retraigan hacia el abdomen.

Por otro lado, si el mismo testículo ha estado ausente todo el tiempo, debe consultarse a un médico, ya que podría ser un caso de criptorquidia, un trastorno donde los testículos no descendieron normalmente. Es recomendable tratar esta condición lo más pronto posible, ya que el riesgo de cáncer testicular aumenta en los adultos que lo padecen.

La piel del escroto suele ser áspera y arrugada. Pero los pequeños bultos o verrugas, con forma de coliflor o similares, deben ser tratados por un médico. Especialmente un experto en medicina genitourinaria o dentro de una clínica de salud sexual, y por ningún motivo debe retirarlos uno mismo.

En algunos casos, una parte del intestino puede sobresalir a través de las brechas en la pared abdominal, causando hinchazón entre el muslo y el abdomen. A esta condición se le conoce como hernia, y los hombres son propensos a desarrollarlas debido a la potencial debilidad en la pared abdominal de la ingle. Si un bulto en el escroto es provocado por una hernia inguinal, el impulso causado por la tos, hará que éste se sienta (por esta razón los médicos pueden pedirles a sus pacientes que tosan durante un examen de exploración).

Los bultos blandos en el escroto, normalmente son causados por un hidrocele, que es una acumulación de fluido estéril en el conducto que está conectado al testículo y es algo invariablemente inofensivo. Si no se trata, un hidrocele puede crecer hasta un gran tamaño, causando molestias en el paciente, por lo que se recomienda drenarlos.

Los varicoceles son similares, excepto que son causados por vasos sanguíneos agrandados. Ambos pueden requerir de una extirpación quirúrgica en los casos más graves. Pero por lo general ninguna de estas condiciones es peligrosa, excepto cuando se infectan o ejercen presión sobre los vasos sanguíneos.

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