A pesar de que existen preocupaciones sobre los riesgos para la salud asociados a los edulcorantes artificiales, el Centro para la Ciencia en el Interés Público (CCIP) cree que es más recomendable que las personas consuman bebidas dietéticas en lugar de bebidas azucaradas tradicionales (aunque afirman que es mejor evitar estos productos tanto como sea posible).
EL CCIP dice que las consecuencias para la salud por consumir regularmente bebidas gaseosas cargadas de azúcar, incluyen la obesidad, la gota, la caries dental, la enfermedad cardíaca y la diabetes tipo 2.
Las bebidas endulzadas con cualquier tipo de edulcorante artificial, normalmente contienen colorantes artificiales contaminados con 4-metilimidazol (4-MEI); un conocido carcinógeno. Por esta razón la CCIP recomienda a los consumidores tomar agua, agua con gas (agua de soda o mineral), aguas saborizadas sin azúcar, té helado sin azúcar o agua mineral mezclada con jugos de fruta natural.
Respecto a los edulcorantes naturales, la CCIP ha incluido algunos en su guía de cocina química:
El extracto de Luo Han Guo, también conocido como fruta del mono, contiene mogrosides, esta sustancia es doscientas veces más dulce que el azúcar. Sin embargo, puede dejar un sabor muy similar al del regaliz. Ya que no se ha probado científicamente, este edulcorante está en la lista de pendientes, para descubrir eventualmente si es seguro para la salud.
La monatina por otro lado, es un compuesto derivado de un arbusto del sur de África, y se dice que es tres mil veces más dulce que el azúcar. La monatina comparte las mismas advertencias que la fruta del mono.
La sucralosa es seiscientas veces más dulce que el azúcar de mesa o sacarosa, y puede llegar a ser más segura que la sacarina, el aspartame y el acesulfame de potasio. Aunque algunos estudios han revelado que la sucralosa podría contribuir al desarrollo de leucemia y algunos tumores.
