Millones de personas no pueden empezar el día sin una taza de café, pero ¿Es eso tan malo?
Según varios estudios, el consumo regular de café disminuye el riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades mentales, muchos tipos de cáncer y la mortalidad en general. Sin embargo, no hay estudios científicos que hayan determinado si el café podría afectar el apetito.
Por esta razón, un grupo de investigadores de la Universidad de Griffith, en Australia, se dispusieron a determinar cuál es el efecto del café sobre el apetito. Y es que anecdóticamente, muchas personas han reportado sentirse con menos hambre después de consumir café, y algunas personas prefieren beber sólo café en lugar del desayuno.
Sin embargo, cuando se observa a la gente mezclar su café con un alto consumo de grasas y alimentos dulces en las cafeterías, la cuestión se vuelve un poco más difícil de explicar. Por esta razón los investigadores monitorearon a varios voluntarios para evaluar periódicamente su percepción de la saciedad, el hambre y los deseos de ciertos alimentos, con el fin de examinar las respuestas del apetito.
Haciendo hincapié en que dichos ensayos aún están en curso, los científicos señalan que han observado una mayor sensación de saciedad entre las personas que consumen café, a diferencia de los voluntarios que se encuentran consumiendo café descafeinado. Esto podría ser importante para el control del peso, ya que cualquier disminución en el apetito podría ayudar a reducir la ingesta de alimentos.
Dicho de otro modo, si una persona consume menos energía, y mantiene o aumenta su gasto energético a través de la actividad física, esto podría ser utilizado como una estrategia para ayudar a las personas a mantener un peso corporal deseable, o al menos esto es lo que los investigadores creen.
