Un nuevo estudio en los Estados Unidos, realizado por los científicos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, muestra cómo el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) causa que las células inmunes infectadas se suiciden. Los investigadores creen que el hallazgo es un avance importante sobre la manera de preservar el sistema inmunológico de las personas infectadas con el virus que causa el SIDA.
El VIH ha infectado a más de sesenta millones de personas y ha provocado cerca de treinta millones de muertes en todo el mundo. Cada día en el cuerpo de una persona infectada por el VIH, se destruyen miles de millones de células T CD4+, que son las encargadas de combatir la infección, hasta que el sistema inmune ya no es capaz de regenerar o combatir otras infecciones.
El virus hace esto de varias maneras. Una forma es matar directamente a las células, cuando las secuestra y utiliza sus recursos para hacer copias de sí mismo. Estas copias emergen como los brotes que estallan a través de la membrana de la célula, causando la muerte de la célula en el proceso. Otra manera en que el VIH mata la célula huésped directamente es sólo por el agotamiento de sus recursos.
Otra forma de provocar la muerte de las células huésped es cuando la maquinaria de la célula se convierte en algo extremadamente distorsionado, que no se pueden realizar más copias del virus, esto puede desencadenar un proceso conocido como muerte celular programada o apoptosis.
Podría ser posible tratar a las personas infectadas por el VIH en las primeras etapas de la infección, mediante la administración de fármacos que bloquean las etapas tempranas de la replicación del virus. Esto no sólo podría impedir que el virus sea capaz de copiarse a sí mismo, también podría conservar suficientes células T CD4 + para lograr que el sistema inmunológico pueda combatir la infección.
Recientemente, un estudio logró descifrar la estructura química de la cápside o envoltura protéica del VIH.
