El doctor Sergio Cavanero -un reconocido neurocirujano italiano-, ha revelado un proyecto para llevar a cabo el primer trasplante de cabeza humana con vinculación de médula en los próximos dos años. El nombre clave de dicho proyecto es Heaven / Gemini. Según el especialista, dicho procedimiento requerirá de al menos cien cirujanos, trabajando durante treinta y seis horas para completarlo. Y costaría alrededor de doce millones de dólares.
En 1970, el neurocirujano estadounidense Robert Joseph White, realizó una operación para trasplantar la cabeza de un mono en el cuerpo de otro mono. Sin embargo, la incapacidad para reparar el cortado de la médula espinal, debido a la falta de tecnología requerida, resultó ser un problema. Y el mono quedó paralizado hasta que falleció dos días más tarde.
Sin embargo, Cavanero cree que la tecnología de hoy en día puede superar dicho obstáculo, vinculando con éxito la médula espinal en la cabeza por la fusión de los axones dañados; que son las células nerviosas que transmiten la información a diferentes neuronas, músculos y glándulas.
La cirugía podría involucrar que el cuerpo del receptor deba colocarse previamente en un modo de hipotermia, alrededor de cuarenta y cinco minutos, entre doce y quince grados centígrados (a esto se le conoce como proceso Heaven). Se cree que este marco de tiempo ayudaría a reducir cualquier daño neurológico.
El procedimiento Gemini implicaría que algunos cirujanos cortaran la médula espinal refrigerada, usando una navaja ultra filosa, antes de volver a conectar la cabeza del donante al cuerpo del receptor. Este corte limpio es clave para la fusión de la médula espinal, ya que permite que los axones cortados sean fusionados con precisión. Esta técnica ha demostrado ser eficaz para mejorar el control motriz en los pacientes con lesiones en la médula.
Ya que el cerebro humano no puede sobrevivir sin oxígeno después de una hora, los cirujanos tendrían que conectar la cabeza del donador al sistema circulatorio del cuerpo del receptor, dentro de este marco de tiempo.
Si este proceso logrará implementarse en el área clínica, sin duda requerirá de una regulación adecuada, ya que las personas con fondos suficientes podrían buscar los cuerpos de individuos jóvenes y sanos en el mercado negro, para que sean trasplantados posteriormente por cirujanos deshonestos.
