Dos estudios publicados en un diario de microbiología canadiense, han revelado un nuevo uso para los arándanos en la lucha contra las infecciones bacterianas, incluyendo la prevención de la colonización bacteriana en los catéteres urinarios.
La investigación reveló que el polvo de arándano puede inhibir la bacteria proteus mirabilis, que se encuentra comúnmente en las infecciones del tracto urinario. La concentración del polvo de arándano también reduce la producción de ureasa en las bacterias; una enzima que ayuda a que la infección se propague.
De hecho, los estudios previos han encontrado que los materiales presentes en el arándano pueden limitar el movimiento de las bacterias que se encuentran en las infecciones urinarias. En un análisis de E. Coli encontrada en la vejiga, la exposición a los extractos de arándano causó una disminución en la expresión del gen que codifica el filamento flagelar de la bacteria.
Los investigadores dicen que su trabajo es importante, ya que el movimiento de las bacterias es un mecanismo clave para la propagación de la infección. Después de todo, las bacterias ‘nadan’ con el fin de esparcirse por el tracto urinario y para escapar del sistema inmune.
Si bien los efectos del arándano en los organismos vivos siguen estando sujetos a más estudios, estos resultados ponen de relieve el papel que puede desempeñar el consumo de arándanos en la prevención de las infecciones crónicas.
