Un grupo de investigadores de la Escuela Mailman de Salud Pública, en la Universidad de Columbia, afirmó que las bebidas endulzadas pueden causar que los niños pequeños se vuelvan agresivos o desarrollen problemas de atención.
Durante la investigación se estudiaron alrededor de tres mil niños de cinco años. Los investigadores preguntaron a las madres sobre los hábitos de sus hijos y su consumo de bebidas azucaradas.
Poco más del cuarenta por ciento de los niños, consumían al menos una porción de estas bebidas al día, mientras que sólo el cuatro por ciento consumía cuatro o más bebidas ligeras al día. Los resultados mostraron que cualquier nivel de consumo de refrescos estaba vinculado a mayores niveles de conducta agresiva, así como a una mayor demanda de atención por problemas de abstinencia.
En comparación con los niños que no consumen bebidas azucaradas, el grupo que consumía al menos cuatro bebidas diarias tenía más probabilidades de destruir las pertenencias de otra persona, atacar físicamente a los demás o involucrarse en peleas.
Los científicos señalaron que aún no son capaces de identificar exactamente por qué las bebidas pueden impulsar este tipo de comportamientos en los niños, pero sí recomiendan limitar o suprimir el consumo de bebidas dulces para combatir estos problemas.
Cabe mencionar que las investigaciones previas han relacionado el consumo de una lata de refresco al día, con un mayor riesgo de desarrollar diabetes.
