El staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) o estafilococo dorado, es un grupo de bacterias difícil de tratar, ya que ha desarrollado resistencia a una serie de medicamentos antibióticos. Sin embargo, el estafilococo dorado no es resistente a todos los antibióticos y la mayoría de las cepas de SARM todavía pueden ser tratadas con vancomicina, teicoplanina y mupirocina.
Para las personas con sistemas inmunológicos débiles que han sido afectados con estafilococo dorado, los mejores tratamientos son la vancomicina o teicoplanina. Estos dos antibióticos se administran en forma de inyecciones o por medio de un goteo intravenoso, por lo que sólo se les da a las personas en un hospital.
Ciertos grupos de personas corren un mayor riesgo de infección por SARM. Por esta razón, algunas personas sanas son examinadas para detectar el estafilococo dorado, frotando un hisopo de algodón sobre su piel o en el interior de su nariz para obtener una muestra.
Si se encuentran que estas personas sanas son portadoras asintomáticas del estafilococo dorado, normalmente son tratadas con una crema antibiótica (mupirocina). Esta se aplica en las áreas afectadas del cuerpo, para reducir la posibilidad de que las bacterias entren en el cuerpo a través de una herida abierta y el riesgo de que otras personas puedan contagiarse.
Cabe señalar que nuestro cuerpo también cuenta con sus propias defensas ante una amenaza como el estafilococo dorado. La dermicidina es una proteína que se encuentra en la piel humana y es producida por las glándulas sudoríparas, es un antibiótico natural que combate las súperbacterias hospitalarias y las cepas mortales de la tuberculosis. La dermicidina se activa en ambientes ligeramente ácidos y salados, destruyendo los microbios nocivos al romper sus paredes celulares.
