La medicina moderna ha extendido la expectativa de vida en las personas alrededor del mundo. Pero recientemente algunas cifras han revelado que esta creencia podría necesitar de una revisión más detallada. Por lo menos en lo que respecta a la calidad de vida; especialmente en los Estados Unidos.
Un análisis realizado por la Universidad del Instituto Washington, descubrió que en algunos condados de este país, la expectativa de vida es similar a la que vemos en África. De hecho, la disparidad es tan considerable que el ochenta por ciento de los condados tiene una esperanza de vida inferior a la de Cuba.
En Japón, el líder mundial de la esperanza de vida, se esperaba que los bebés nacidos en 1970 vivieran hasta los setenta y dos años en promedio. Ese número creció en casi un diez por ciento a setenta y nueve años en 1990, antes de disminuir a una tasa de crecimiento del cinco por ciento, hasta situarse en ochenta y tres en 2011. Por otro lado, los habitantes de casi todos los países europeos pueden esperar que los recién nacidos vivan más que los bebés de Estados Unidos, Kuwait, Corea del Sur, Israel y Andorra.
En el mundo en desarrollo, la esperanza de vida creció mucho más rápido durante el mismo periodo, pero también se desaceleró un poco en las dos décadas que siguieron a 1990 con respecto a las dos anteriores.
La esperanza de vida depende de muchos factores: los ingresos, la educación, el acceso a los servicios de salud (que incluyen la proximidad física y la economía) y la calidad de la atención médica. Pero lo más importante de todo es el elemento menos afectado por la ciencia y la tecnología: el estilo de vida. Mientras que las personas en los países en desarrollo tienen más oportunidades de hacer ejercicio y complementarlo con una dieta de frutas y verduras, también tienen más probabilidades de enfermar con padecimientos relacionados con la ingesta excesiva de sal, colesterol y azúcar.
Según la Organización Mundial de la Salud, las predicciones de morbilidad para el 2015-2030, no indican que los grandes avances en el área de la medicina impulsen en gran medida la tendencia de longevidad en los países desarrollados.
Si bien los avances médicos han mejorado el pronóstico de muchos pacientes con cáncer, la OMS prevé que el cáncer seguirá representando casi la mitad de todas las muertes en la clase media y alta de los países desarrollados.
¿Qué es lo que estos números revelan sobre el papel de la tecnología en la mejora de la salud? Es posible que los teléfonos inteligentes sean las herramientas más poderosas en el bolsillo de un médico. Al realizar un seguimiento del paciente, para asegurarse de que está siguiendo las órdenes de los especialistas, podrían salvarse más vidas que con un avance médico de vanguardia.
