Un nuevo estudio sugiere que las madres que con frecuencia comparten la cama con sus bebés son más propensas a amamantar por más tiempo, a pesar de que esta práctica se ha vinculado previamente con el síndrome de muerte súbita del lactante.
Fue un equipo de investigadores de la Universidad de Maryland, el que analizó los datos de un estudio de prácticas de alimentación infantil, que incluyó a mujeres embarazadas y les dio seguimiento durante el primer año de vida de su bebé.
El estudio en cuestión, analizó si el colecho tuvo un efecto sobre la duración de la lactancia materna. El colecho ocurre cuando la madre se acuesta y duerme con el bebé en la misma cama o en otras superficies para dormir, ya sea por las noches o durante un periodo mayor de sueño.
Se le pidió a cada madre llenar un cuestionario postnatal, detallando su lactancia y la actividad del colecho. En las primeras dos semanas, durante los primeros tres meses, al sexto, noveno y el décimo segundo mes.
Los resultados mostraron que las madres que compartieron la cama con sus bebés con mayor frecuencia, tenían mayores probabilidades de amamantar por más tiempo, en comparación con las madres que lo hacían en menor medida o no lo hacían en absoluto.
Además, los investigadores encontraron que los niños que comenzaron a compartir la cama a una edad temprana, tienen periodos de lactancia más largos. Aunque los especialistas apoyan la lactancia materna, también señalan a los padres el posible riesgo para la salud de su bebé. Después de todo, la Academia Americana de Pediatría, dijo que compartir la cama con los niños no es recomendable y se aconseja que los bebés duerman en una cuna, dentro de la habitación de los padres, para evitar los riesgos de cualquier complicación relacionada con el sueño.
Sin duda son necesarias más investigaciones para determinar esta posibilidad, y analizar también otras posibles estrategias para promover la lactancia materna.
