Según un estudio presentado por una reconocida clínica de rehabilitación en Suiza, la risa puede no ser la mejor medicina, pero puede ayudar a las personas que sufren dolor crónico.
Un equipo de investigadores suizos informó que la risa y el humor pueden aumentar la tolerancia al dolor y mejorar la calidad de vida. De hecho, recomiendan el uso de intervenciones dirigidas al humor, como parte de la terapia contra el dolor.
En la investigación del equipo suizo, la gente que se reía de las comedias, fue capaz de mantener sus manos en agua helada por más tiempo, en comparación de los que no se reían. Una medición posterior demostró que el aumento de la tolerancia al dolor permaneció presente veinte minutos después de reír.
Una posible explicación podría ser que el humor activa la liberación de endorfinas y alivia la tensión muscular, lo que tiene un efecto sobre el dolor, tanto a nivel físico como mental.
El humor puede ser utilizado específicamente como una técnica cognitiva, por ejemplo, en términos de una distracción para controlar el dolor y aumentar la tolerancia al mismo. Sin embargo, los autores del estudio advirtieron que la risa tiene que ‘venir del corazón’ con el fin de aliviar el dolor. En otras palabras, sólo el placer real, experimentado y acompañado de una expresión de Duchenne, conduce a un aumento de la tolerancia al dolor.
En una sonrisa de Duchenne, el rostro no sólo tira de las comisuras hacia arriba, los ojos también están involucrados con pequeñas arrugas típicas en las esquinas exteriores. El equipo agregó que las sonrisas falsas y las risas fingidas no mejoran la tolerancia al dolor.
