La mayor preocupación de los padres hoy en día es la epidemia de obesidad que afecta a un tercio de los niños estadounidenses. Estas preocupaciones son compartidas por los políticos, empresarios y profesionales de la salud, que reconocen que este problema no sólo afecta la calidad de vida de los más jóvenes, sino que también representa un grave problema para el presupuesto.
Muchos especialistas y economistas coinciden en que el impacto al presupuesto sería mucho menor si se actúa con políticas para revertir la obesidad infantil en lugar de hacerle frente al problema cuando ya se ha desarrollado.
Es importante tomar en cuenta que un enfoque de prevención puede ofrecer importantes ahorros a largo plazo. No sólo para reducir la obesidad, sino también para prevenir o disminuir las enfermedades secundarias peligrosas y costosas, incluyendo el cáncer y la diabetes.
Los costos de salud recaen sobre las empresas, las comunidades y las familias. Por esta razón los números de atención a la salud continuarán disparándose. Y no es para menos, cada año se gastan ciento cuarenta y siete mil millones de dólares para el cuidado de la salud relacionado con la obesidad.
Los gastos de salud son ya el área de más rápido crecimiento del gasto público, y de acuerdo a un reciente informe el gasto proyectado para los Estados Unidos sobre la obesidad, podría ser tan alto como trescientos veinte mil millones de dólares al año en 2018.
Por último, se espera que los nuevos proyectos sigan y controlen el peso de los niños sanos, sin mencionar que otro paso importante podría ser la creación de una nueva política alimentaria para que los agricultores tengan mayores oportunidades de promover los productos locales, ofreciendo a los consumidores el acceso a una alimentación saludable.
La lucha contra la creciente epidemia de la obesidad es un problema que afecta a todo el mundo, los padres, la comunidad y los directores de las escuelas. Todo el mundo tiene un papel importante en la priorización de una vida sana y de proporcionar a los niños opciones saludables y estilos de vida más accesibles para combatir esta enfermedad en los pacientes.
