Los científicos del Laboratorio Nacional de Brookhaven en Nueva York, han identificado una nueva forma de regular la producción de fenoles, una clase de productos vegetales con una amplia gama de aplicaciones para los seres humanos.
Estos compuestos sirven como una fuente importante de sabores, fragancias y pigmentos, algunos son de interés por sus posibles efectos benéficos para la salud y por su contribución a la construcción de las paredes celulares vegetales. Los (poli) fenoles, son el principal factor que influye en la facilidad para convertir la biomasa en biocarburantes.
Encontrar las maneras de adaptar eficazmente la síntesis de fenol hacia estos propósitos, podría tener un gran impacto en la sociedad. Por lo que el enfoque convencional apunta a la regulación de los genes que instruyen a las células vegetales para hacer las enzimas involucradas en la producción de fenol. Estas enzimas son proteínas que actúan como catalizadores para acelerar las reacciones químicas que sintetizan fenoles.
Ahora bien, en lugar de tratar de regular la forma en que se producen estas enzimas, el equipo de investigación analizó como podrían ser manipuladas dichas enzimas después de la producción, y controlar su habilidad para hacer fenoles vegetales.
Si bien el objetivo de este trabajo es conocer cómo mejorar las materias primas para los biocombustibles vegetales, esa comprensión podría usarse también para aumentar la síntesis de ciertos fenoles que han demostrado propiedades antioxidantes, que potencialmente podrían mejorar los beneficios para la salud de los llamados alimentos funcionales.
