Actualmente, los libros de texto dicen que el suministro de toda la vida de los miles de las millones de células sanguíneas en nuestras venas es impulsada por un pequeño grupo de células madre multipotentes. Gran parte de la evidencia para apoyar esto proviene de estudios sobre lo que ocurre después de un trasplante de médula ósea. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por investigadores de Harvard sugiere que estas son la excepción.
Los científicos describen que: usando una nueva herramienta que genera un código de barras único de ADN celular, lograron identificar las diferencias de origen entre células sanguíneas individuales en ratones, para revelar características sin precedentes de cómo se forman las células sanguíneas.
Llegaron a la conclusión de que no son las células madre las encargadas de alimentar a las células sanguíneas durante la mayor parte de su vida adulta sino, que son un gran número de descendientes de las células madres con una larga vida, llamadas células progenitoras. Dicho de otro modo, las células madres no actúan como células productoras de alimento, en lugar de esto, actúan como reservas.
Cuando una célula etiquetada se divide, sus descendientes tienen el mismo “código de barras”. El uso de este sistema de seguimiento, permitió ver a los investigadores cuales células madre y células progenitoras eran utilizadas para fabricar sangre y cuánto tiempo vivían, además de averiguar de dónde vienen las células individuales.
Los investigadores creen que la nueva tecnología ayudará a responder preguntas básicas acerca de las poblaciones de células en el tejido sólido. Estas preguntas incluyen cómo rastrear los orígenes exactos de la migración de las células de cáncer (como cuando estas se desprenden de un tumor).
