Los limones eran utilizados anteriormente para ayudar a tratar el escorbuto, una enfermedad común entre los marineros en 1747. James Lind descubrió que los limones y las naranjas eran extremadamente eficaces para tratar la enfermedad. Que ahora sabemos, es causada por una deficiencia de vitamina C, por pasar meses en el mar sin ningún tipo de productos frescos.
Debido a su sabor intenso, los limones rara vez son consumidos de manera independiente, pero son muy populares cuando se utilizan en pequeñas cantidades y en combinación con hierbas y especias para dar un sabor maravilloso y dinámico a muchas salsas, aderezos ensaladas, adobos, bebidas y postres.
Un limón crudo, sin cáscara (unos cincuenta y ocho gramos) proporciona diecisiete calorías, cero punto seis gramos de proteína, cero punto dos gramos de grasa, cinco punto cuatro gramos de hidratos de carbono, incluyendo uno punto seis gramos de fibra y uno punto cinco gramos de azúcar, así como pequeñas cantidades de tiamina, riboflavina, vitamina B-6, ácido pantoténico, calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, cobre y manganeso.
Ahora bien, una onza líquida de jugo de limón proporciona siete calorías, cero punto un gramos de proteína, cero punto un gramos de grasa, dos punto un gramos de hidratos de carbono (incluyendo cero punto un gramos de fibra y cero punto un gramos de azúcar) y el veintitrés por ciento de las necesidades diarias de vitamina C.
