El pavo es una excelente fuente de proteína, sin embargo, debemos evitarlo cuando se encuentra en forma de embutidos, salchichas y tocino de pavo con un alto contenido en sodio. Incluso las hamburguesas congeladas de pavo pre-envasadas, pueden estar llenas de sal y conservadores añadidos.
Es preferible buscar la carne de pavo fresca y orgánica de pavos de granja que han sido criados de manera natural, sin antibióticos u otro tipo de compuestos químicos. Los pavos criados en granjas industriales a menudo son inyectados con sal, agua y otros conservadores durante el proceso para alargar la vida útil de la carne en el mostrador y reducir costos. Además, los pavos criados en pastos con acceso a vegetación tienen un mayor contenido de omega-3 en comparación con los criados en granjas industriales
Es importante cocinar el pavo hasta que la temperatura interna alcance los setenta y cuatro grados centígrados para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.
Algunos productos procesados de pavo pueden ser altos en sodio y perjudiciales para la salud. Muchas carnes procesadas se ahúman o se hacen con nitritos, que son carcinógenos conocidos. A medida que la ingesta de carne procesada aumenta, el riesgo de padecer obesidad, enfermedades del corazón, presión arterial alta, colesterol alto, cáncer e infertilidad aumenta. Es preferible reducir al mínimo el consumo de todos los productos de pavo procesados.