La popularidad del té verde ha crecido rápidamente en los últimos años, al grado en que sus seguidores pueden beberlo, disfrutar de su sabor en un helado y colocarlo sobre las quemaduras de piel con lociones infundidas con él. Sin embargo, el té podría tener un nuevo e inesperado papel: el mejorar la calidad de imagen en resonancias magnéticas.
Estos hallazgos fueron publicados en la revista ACS de Materiales e Interfaces Aplicadas, donde los investigadores utilizaron con éxito los compuestos del té verde para ayudar a visualizar los tumores de cáncer en ratones.
Los investigadores señalan que la investigación reciente ha puesto de manifiesto la utilidad potencial de las nanopartículas, en especial las de óxido de hierro, para mejorar las imágenes biomédicas. Pero las nanopartículas tienen sus desventajas. Estas tienden a agruparse fácilmente y necesitan de ayuda para llegar a sus destinos en el cuerpo. Para abordar estos problemas, los investigadores intentaron adjuntar nutrientes naturales a las nanopartículas. Para observar si los compuestos del té verde (que la investigación sugiere tiene propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias) podrían desempeñar este papel.
El proceso para su uso es simple y consta de un solo paso, los investigadores recubrieron las nanopartículas de óxido de hierro con compuestos de té verde llamados catequinas y las administraron a ratones con cáncer. Con esto los nuevos agentes de formación de imágenes se reunieron en células tumorales y mostraron un fuerte contraste en torno a las células no tumorales. Al final del estudio, los investigadores concluyeron que las nanopartículas recubiertas con catequina son candidatos prometedores para su uso en resonancias magnéticas y aplicaciones relacionadas.
