La personas que no reciben luz solar son más propensas a padecer cáncer de páncreas

Solar cancer pancreas
Investigadores de la Escuela de Medicina de San Diego, en la Universidad de California, reportan que las tasas de cáncer de páncreas son más altas en los países con menor cantidad de luz solar. Estos bajos niveles de luz solar se deben a una combinación de la cobertura de nubes pesadas y de alta latitud.

Los científicos explican que al vivir en una latitud alta o en un lugar con una gran cantidad de cobertura de nubes pesadas, el cuerpo podría no producir suficiente vitamina D la mayor parte del año, lo que podría causar un riesgo más alto de lo normal de desarrollar cáncer de páncreas. Aunque esto no prueba que la deficiencia de vitamina D pueda contribuir al riesgo de cáncer de páncreas.

Pocos alimentos contienen vitamina D de forma natural. Los pescados grasos, como el salmón y el atún, son buenas fuentes; el hígado de ternera, el queso y las yemas de huevo proporcionan pequeñas cantidades. La vitamina D se agrega a menudo como un nutriente para fortificar la leche, cereales y jugos, sin mencionar que los expertos dicen que la mayoría de las personas también requieren vitamina D adicional a la que se produce en el cuerpo, cuando la piel está expuesta directamente a la luz solar; en concreto, la radiación ultravioleta B. Otros factores como exponerse a la luz a través de una ventana y la piel de color obscuro, también limitan la producción de vitamina D.

El equipo estudió datos de ciento siete países, teniendo en cuenta las diferencias internacionales y los posibles factores de confusión, como el consumo de alcohol, la obesidad y el tabaquismo. Si bien estos factores también contribuyen al riesgo, los factores de la cobertura de nubes y la limitada luz solar, persistieron incluso después de que estos otros se tuvieron en cuenta.

El cáncer de páncreas es el doceavo cáncer más común en el mundo, según el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer Internacional, con trescientos treinta y ocho mil casos diagnosticados cada año. Las tasas de incidencia más altas se registran en América del Norte y Europa; por otro lado la más baja en África y Asia.

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