Un nuevo estudio de la Universidad Cornell, afirma que para ser visto como un mejor cocinero y un padre más amoroso, se debe agregar una porción de vegetales a los platillos durante la cena.
En el primer estudio, se les presentaron cinco comidas hipotéticas preparadas con carne, a quinientas madres estadounidenses. Estas comidas o bien eran acompañadas con una porción de vegetales o sin ellos. Las cinco comidas incluían platos como carne, pollo y lasaña, y como acompañamiento, vegetales como papas, brócoli y palitos de pan. Aquellos platillos que fueron acompañados con vegetales (como el brócoli), daban la apariencia de que el plato principal tendría un mejor sabor y que la persona que los preparo era un mejor cocinero. Los científicos opinaron que el simple hecho de tener un vegetal en el plato hizo que toda la comida fuera percibida como más sabrosa.
En el segundo estudio, las mismas quinientas personas leyeron una historia acerca de una mujer llamada Valerie. Dicha historia narraba su día desde el momento en que se despertó, su día en el trabajo y cómo preparó la cena para su familia para después ver la televisión con su marido antes de ir a la cama. La historia constaba de dos versiones, en una versión ella preparó chícharos verdes con la cena y en la otra versión no lo hizo. Después de terminar la historia, se le pidió a las participantes describir a Valerie como persona. En la versión con chícharos el personaje fue descrito como “reflexivo”, “atento” y “capaz”. Y en la versión sin chícharos, el personaje fue descrito como “negligente”, “egoísta” e inclusive “aburrido”.
Las familias son más propensas a consumir verduras en la cena, sin embargo, sólo alrededor del veintitrés por ciento de las cenas contiene una porción completa de verduras. Si las familias quieren comer más verduras, la cena es el lugar para comenzar. Si se van a incluir verduras en la cena, nuestra familia no sólo nos verá como un mejor cocinero, también lo hará como un padre más amoroso.
