La investigación ha demostrado que las grosellas negras de Nueva Zelanda son buenas para mantenernos mentalmente jóvenes y ágiles, un hallazgo que podría tener potencial en la gestión del deterioro mental asociado con el envejecimiento de la población, o ayudar a las personas con trastornos cerebrales como la enfermedad de Parkinson o depresión.
La investigación realizada por científicos del instituto de Investigación de Plantas y Alimentos (en Nueva Zelanda), en colaboración con la Universidad de Northumbria (Reino Unido), mostró que los compuestos que se encuentran en las grosellas negras de Nueva Zelanda aumentaron el rendimiento mental (precisión, atención y el estado de ánimo). El estudio también mostró que el zumo de grosella negra de un cultivo específico: ‘Blackadder‘, también redujo la actividad de una familia de enzimas llamadas monoamina oxidasas, que regulan las concentraciones de serotonina y dopamina en el cerebro. Se sabe que estos productos químicos afectan el estado de ánimo y la cognición.
La comprensión de qué y cómo los alimentos afectan el rendimiento mental, podría conducir al desarrollo de nuevos alimentos destinados a las poblaciones o situaciones donde el rendimiento mental o deterioro mental es un factor: como las personas mayores o los que sufren de estrés, ansiedad u otros trastornos del estado de ánimo.
En conclusión, el presente estudio muestra cómo las grosellas negras de Nueva Zelanda pueden potencialmente aportar un valor añadido, tanto para la industria alimentaria y para personas que buscan alimentos que apoyan de forma natural sus propias aspiraciones de salud.
