De acuerdo con un ensayo presentado en el “IFT 15: Donde la Ciencia Alimenta la Innovación” -organizado por el Instituto de Tecnólogos de los Alimentos (IFT) en Chicago-, una pérdida de la diversidad en la dieta durante los últimos cincuenta años podría ser un factor que contribuye al aumento de la obesidad, la diabetes tipo 2, los problemas gastrointestinales y otras enfermedades.
El ecosistema que se encuentra en el tracto intestinal de cualquier persona se llama microbioma y contiene billones de bacterias (microbiota). Ahora bien, la microbiota utiliza los restos de la digestión para crear nuevas moléculas de señalización que le permiten comunicarse con el sistema metabólico y con el mismo sistema en sí.
El microbioma necesita una dieta variada para funcionar óptimamente. Sin embargo, las prácticas agrícolas actuales, así como el cambio climático, han contribuido a la pérdida de esa diversidad. Lo que se traduce en un 75 por ciento de la población mundial que no cumple con una dieta variada.
Para la investigación se reclutó a personas con prediabetes y diabetes tipo 2, que tenían una constitución del microbioma diferente a las personas sin esas condiciones de salud. Los investigadores crearon el NM504, una formulación de la inulina, beta glucano y antioxidantes, utilizada en un programa piloto de treinta personas. La mitad recibió la formulación dos veces al día, mientras que el resto recibió un placebo.
Los que recibieron el compuesto vieron un cambio en la composición de su microbioma y en consecuencia, se presentaron beneficios a la salud que incluyen un mejor control de la glucosa, aumento de la saciedad y el alivio de la constipación.
Los científicos señalaron que el estudio resaltó los beneficios para la salud, como consecuencia de ingerir un agente terapéutico, pero también los posibles beneficios potenciales para aquellas personas dispuestas a realizar cambios en su dieta.
