¿Sabes qué es la neofobia alimentaria?

Neofobia alimentaria infantil
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV), ha llegado a la conclusión de que los niños neofóbicos (la neofobia es el miedo o negación a probar alimentos nuevos) tienen un índice de incidencia menor a consumir una dieta mediterránea y lo que es más, tienen mayor ansiedad y baja autoestima.

La neofobia alimentaria es una característica típica durante el desarrollo infantil, se presenta más comúnmente durante los dos y tres años de edad; desapareciendo al alcanzar la edad de cinco años. No obstante esta puede convertirse en un hábito dañino y presentarse durante la edad adulta.

Los científicos realizaron un estudio en ochocientos treinta y un menores de edad de entre ocho y seis años. En el estudio se utilizaron cuestionarios sobre la neofobia infantil, en los que se les preguntó a los participantes si estaban dispuestos a comer nuevos alimentos. También se recolectaron otros datos por ejemplo, su estilo de vida (composición de la dieta y el ejercicio físico que realizaban) y el estilo de dieta de los padres.

Las personas que padecen neofobia sufren de mayores niveles de una ansiedad y tienen una baja autoestima

En general, los padres tienden a controlar qué, cuánto y cuándo sus hijos comen. Muy a menudo, los padres tratan que sus hijos consuman nuevos alimentos; pero también ejercen presión cuando se sienten frustrados ante el rechazo de la comida por su hijo y esto puede afectar negativamente el estado emocional del niño; algo que puede verse reflejado en mayores niveles de neofobia.

Los investigadores concluyen que los padres deben ser más pacientes, para que los casos de neofobia infantil no se incrementen o empeoren. Para evitar este problema es importante que haya un fuerte vínculo de los padres con el niño, así como un ambiente relajado y agradable en las comidas. Se recomienda que los niños participen en la preparación de los alimentos y en hacer las compras. Los refuerzos positivos son necesarios todo el tiempo. Por último, los padres deben hacer todo lo que puedan para ser un buen modelo a seguir.

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