La listeria es una bacteria que puede llegar a producirse en los alimentos sin procesar, causando una infección llamada listeriosis. La mayoría de las infecciones, sólo se traducen en síntomas leves como fiebre, vómitos y diarrea, que duran alrededor de tres días y que no requieren ningún tratamiento.
Sin embargo, en casos raros, la listeriosis puede extenderse a otras partes del cuerpo y causar condiciones graves como la meningitis, que normalmente se acompaña de dolor severo en la cabeza, rigidez en el cuello y temblores.
Los bebés en gestación también pueden contraer una infección por listeria de la madre, a través de la placenta. Los centros para el control y la prevención de enfermedades, estiman que alrededor de mil seiscientos de estadounidenses se enferman con listeriosis y al menos doscientos sesenta mueren por esta causa, cada año.
Por esta razón, es importante consumir frutas y verduras que han sido previamente desinfectadas y evitar los alimentos que han tenido una larga vida útil en refrigeración, como la leche cruda, la carne mal cocinada o cruda; los embutidos y el queso elaborado con leche cruda.
