Las personas que necesiten un pequeño empujón para comenzar el año con una dieta más saludable, podrán encontrarlo en una investigación realizada por el Instituto Technion-Israel de Tecnología, el cual asegura que el consumo de alimentos procesados puede debilitar los intestinos de una manera que aumenta el riesgo de padecer enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1, la enfermedad celíaca y la esclerosis múltiple.
Por desgracia, al final del día, los alimentos rápidos y fáciles de preparar son mucho más atractivos, sin embargo, los alimentos procesados, como los platillos para microondas, suelen ser altos en grasa, sal, azúcar y otros aditivos.
Los alimentos procesados se definen como: cualquier alimento que no sea un producto agrícola en bruto, esto incluye cualquier producto que ha sido objeto de tratamiento, como las conservas, los que han pasado por un proceso de cocción, congelación, deshidratación o molienda.
Esto quiere decir que las comidas de microondas no son las únicas que cumplen con la definición de ‘procesado’, también el queso, los cereales para el desayuno, las frutas en conserva, el pan, los aperitivos salados, las carnes como el tocino y las salchichas también son ejemplos de alimentos que han sido objeto de algún tipo de procesamiento.
El presente estudio, sugiere que el consumo de alimentos procesados puede estar asociado con el desarrollo de enfermedades autoinmunes. Ya que al menos siete aditivos alimentarios pueden debilitar la resistencia de los intestinos a las toxinas. Estos aditivos se utilizan para mejorar el sabor, la textura, el olor y la vida útil de los productos.
Entre los aditivos identificados están la glucosa, el gluten, el sodio, los disolventes de grasas, los ácidos orgánicos, las partículas nanométricas y la transglutaminasa microbiana (una enzima utilizada como proteína en los alimentos).
Por último, es importante señalar que se ha producido un aumento en la prevalencia de las enfermedades autoinmunes y en el consumo de alimentos procesados en los últimos años.
