Científicos continúan buscando tratamientos para la cirrosis hepática

Tratamiento cirrosis hepatica
La angiogénesis patológica es una de las complicaciones más graves en pacientes con cirrosis, y un factor clave en el desarrollo y empeoramiento de la enfermedad. En consecuencia, muchos de los esfuerzos de investigación se centran en la identificación de tratamientos para esta condición.

Ahora bien, un grupo de científicos del Instituto de Investigación Biomédica, en Barcelona, revelaron que la inhibición de la proteína CPEB4, puede prevenir el desarrollo de los vasos sanguíneos anormales, asociados con la cirrosis.

En los países occidentales, la cirrosis está entre las diez principales causas de muerte entre los adultos. Es una enfermedad muy común en España y la primera causa de trasplante hepático en ese país. También es responsable de una alta tasa de hospitalizaciones y el uso de los recursos de salud, debido a las complicaciones que se presentan en etapas avanzadas de la enfermedad.

La cirrosis es una lesión crónica, que se caracteriza por la acumulación de tejido cicatricial (nódulos fibrosos), lo que altera la estructura y la función normal del órgano. Las lesiones hepáticas crónicas son causadas principalmente por el alcoholismo, la hepatitis C y cada vez más por la obesidad.

La acumulación de tejido cicatricial impide la circulación de la sangre en el hígado, lo que conduce a la hipertensión portal (la vena porta). Para aliviar la presión en la vena, los vasos sanguíneos colaterales se desarrollan fuera del hígado. El problema entonces, viene en dos partes: primero, porque el hígado recibe menos sangre, causando con ello un mayor daño al órgano, y segundo, porque los vasos sanguíneos son de mala calidad (angiogénesis patológica).

Dicho de otro modo, las células hepáticas tratan de reparar las lesiones del hígado, pero la forma en la que hacen esto, resulta ser fatal para el órgano. Esto se convierte en un ciclo que se hace más grande y finamente, pone en peligro la vida del paciente. Además, los vasos sanguíneos colaterales forman venas varicosas en el esófago y el estómago de los pacientes con cirrosis. Estas venas son frágiles y tienen una alta tendencia a estallar, causando sangrado abundante que es difícil de reparar.

Por esta razón, un tratamiento que impide o revierte la formación de venas patológicas, sería lo más eficiente.

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