El chocolate podría ayudar a los pacientes con problemas renales

Chocolate problemas renales
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Tufts, asegura que el consumo de un producto con cacao podría ayudar a los pacientes con insuficiencia renal a mejorar la función de los vasos sanguíneos.

Los individuos con fallas renales tienen un mayor riesgo de sufrir problemas del corazón y son más propensos a morir por causas cardiovasculares que por cualquier otra causa.

Vale la pena mencionar que el corazón y los riñones son los principales órganos en el cuerpo; y si los primeros dejan de funcionar, el otro se verá afectado. Si el corazón deja de bombear eficientemente, la sangre comenzará a acumularse y a congestionarse en los riñones, reduciendo la cantidad de oxígeno en ellos.

Ahora bien, el daño a los riñones puede causar que el sistema hormonal -que regula la presión arterial- trabaje a toda marcha con el fin de aumentar el suministro de sangre a los riñones. A medida que el corazón bombea con una presión más alta en las arterias, éste puede dañarse por la carga adicional de trabajo.

¿Cuáles son los beneficios del cacao?

Los flavonoles del cacao han demostrado tener efectos benéficos sobre la función de los vasos sanguíneos en personas con función renal normal. Los flavonoides se encuentran en el cacao y el chocolate negro. Son parte de un grupo más amplio de compuestos llamados flavonoides, que se encuentran naturalmente en los alimentos vegetales (en este caso, el grano de cacao). Los flavonoles también se encuentran en el vino tinto y el té, pero los que se producen en el grano de cacao son una mezcla única.

Al querer probar los beneficios de los flavonoides en los pacientes con problemas renales, los investigadores notaron que el consumo equivalente a dos punto cinco gramos de flavonoles, afectaba positivamente al sistema circulatorio y ayudaba a mantener la flexibilidad de las arterias.

Sorprendentemente, el grado de reversión en la disfunción de los vasos, era comparable con los efectos observados a través de medicamentos como las estatinas, o de los cambios de dieta y del estilo de vida. Los investigadores también añadieron que si más estudios confirman los resultados obtenidos, podrían marca un cambio fundamental en la atención al paciente.

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