Descubre cuáles son los tratamientos usados contra la leishmaniasis

Tratamientos contra leishmaniasis
Los medicamentos modernos son eficaces para controlar y detener la progresión de la leishmaniasis. Además, algunos proyectos ambientales se están llevando a cabo en locaciones específicas, para tratar de reducir al mínimo el número de mosquitos, su capacidad para reproducirse y su acceso a la carne humana.

En lo que se refiere a productos farmacéuticos, la leishmaniasis visceral, puede tratarse con anfotericina B liposomal (un antifúngico), una combinación de antimoniales pentavalentes, paromomicina (un antibiótico) y la miltefosina (un antimicrobiano).

Para la leishmaniasis cutánea, normalmente se utiliza la paromomicina, el fluconazol (un antimicótico) o pentamidina (un antimicrobiano). Estos compuestos han demostrado un cierto nivel de éxito.

Las intervenciones en el entorno varían significativamente, dependiendo del tipo de ambiente que se está considerando. Pero los métodos generales incluyen la fumigación con insecticidas, la distribución de mosquiteros tratados con insecticida y la gestión ambiental de las zonas especialmente adecuadas para la cría del mosquito.

Al igual que muchos esfuerzos por controlar este tipo de enfermedades, los programas de educación y comunicación son tan esenciales como la distribución y el acceso a los medicamentos. Además, la detección temprana y el tratamiento consiguiente ayudan a detener el flujo de la enfermedad hacia los humanos.

Por último, vale la pena mencionar que el calentamiento global está ampliando el territorio de los mosquitos y de la enfermedad, por lo que un pequeño cambio en la temperatura, puede tener un impacto colosal en el rango potencial de estos vectores.

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