Muchas personas prefieren conducir de camino al trabajo, en lugar de usar el transporte público. Pero los resultados de un nuevo estudio realizado en el Centro de Salud de la ciudad de Moriguchi, en Osaka, Japón, podrían hacernos cambiar de opinión. Ya que afirma que viajar en autobús o tren para llegar a nuestro empleo, reduce significativamente el riesgo de padecer presión arterial alta, diabetes y sobrepeso.
La hipertensión arterial, el sobrepeso y la obesidad, son factores de riesgo muy conocidos para la enfermedad cardíaca, una condición que cobra la vida de seiscientas diez mil personas cada año; tan sólo en los Estados Unidos.
Para averiguar los beneficios de viajar al trabajo en transporte público, el equipo evaluó los datos de casi seis mil adultos en Japón. Los participantes se sometieron a un examen de salud en el año 2012 y se les cuestionó por los medios que usaban para ir a trabajar todos los días.
Los sujetos fueron divididos en tres grupos: los que utilizaban el transporte público, los que caminaban o usaban bicicleta y los que conducían un auto. La edad promedio en cada grupo fue de cuarenta y nueve a cincuenta y cuatro años.
Según los investigadores, los hombres eran más propensos que las mujeres para conducir a su trabajo, por otro lado, las mujeres son más propensas a caminar, usar bicicleta o viajar en transporte público.
Al final del estudio, resultó que las personas que usaban el transporte público, eran cuarenta y cuatro por ciento menos propensas a tener sobrepeso, tenían treinta y cuatro por ciento menos probabilidades de tener diabetes y un veintisiete por ciento menos propensos a tener presión arterial alta. Todo esto, en comparación con las personas que conducían un auto. Este porcentaje fue incluso más bajo que el de las personas que viajaban en bicicleta o caminaban al trabajo.
Una posible explicación está en los trayectos que deben hacer a pie. Ya que tardan al menos veinte minutos en ir a la estación de trenes o autobuses. Además, los investigadores creen que es posible que los participantes que usan el transporte público, ya eran más sanos que los que usaron otros métodos para ir a trabajar. Por lo que tenían un menor riesgo de padecer alguna de estas enfermedades desde el comienzo.
